ETELNO

Que somos? la pregunta eterna. Para mi más que QUIENES somos o de DONDE venimos. No tiene muchas más importancia que el significado de nuestra esencia. QUE somos? Repito.

No escribo esta entrada con voluntad de contestar a la pregunta ni mucho menos ( mi amiga Diana me mataria ), sino para formular mis propias preguntas al respecto, y lo hago porque hoy he hablado de Nietzsche con Didi y me ha tocado la moral. Quiero decir, su concepto de Eterno Retorno me ha tocado la moral.

Según lo que he entendido, el eterno retorno se refiere al instante que vale la pena por si mismo, único y maravilloso sin condicionantes. Bien, de acuerdo, si entendemos que dentro del instante incluimos también al sujeto que le da vida. Por que nada es si no es pensado. Y eso me lleva a una paradoja, desde mi humilde (o petulante, pedante o como quiera llamarlo Bonsi) opinión. Bueno más que paradoja me lleva a una pregunta sin retorno (y nunca mejor dicho): Si el instante es por si mismo y solo puede ser valorado con distanciamiento, es decir, una vez pasado el instante, dónde queda entonces el Sujeto? Quiero decir, es que acaso no somos conscientes durante el instante de lo que vivimos? Solo lo somos en función de su análisis posterior? Si solo podemos saber si ha valido o no la pena vivirlo una vez ya ha pasado, como se supone que VIVIMOS ese instante?. Y por otro lado, me pregunto: Si un instante se valora con distanciamiento, el juicio puede variar porque tenemos en cuenta muchos factores que desde dentro no pueden analizarse. Entonces, un momento vale la pena en el instante cuando nos da felicidad inmediata (instantánea)? Diana dice que no, porque és un condicionante. Yo no las tengo todas conmigo. Más bien no entiendo, para que mentir, como valorar entonces aquello que vale la pena del instante en si.

Y todo esto viene porqué se me ha ocurrido decir que el único arte que vale la pena es el arte de vivir. Es una estupidez, lo se, pero ahora enserio. Puede ser la vida una OBRA (que no historia jaja) de arte? Para Nietzsche no, pues cada instante debería valer la pena ser vivido en bucle y de manera inconsciente, y que levante la mano el que cree que toda su vida ha valido la pena. Y es que no es eso ser humano? Equivocarse? El único que no se equivocava era Dios, y cómo bien sabemos...Dios ha muerto.