divendres, 10 de febrer del 2012

23



Cumplir 23 años no es algo que haga mucha ilusión. A mi particularmente no, pero porque odio este número. No puedo evitar pensar que si el mundo se acaba en 2012 yo lo hare representando un número horrible y hasta dicen que maldito. Sin embargo, años aparte, creo que este sera un año increíble. Me decido a irme de Barcelona (para mi una de las mejores ciudades del mundo) para embarcarme en la ya típica aventura londinense que parece que todos los veinteañeros de este país nos hemos decidido a vivir. Si, puede que sea una de esas "que se raya y se va a Londres a vivir" pero yo me quedo con otra cosa, la experiencia de estar lejos de todo y de encontrarme a mi misma. ¿Que más puedo pedir? Así que ha cerrar los ojos y soplar las velas.



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